Como la espuma en la orilla
Tras el tumulto del océano
Se disovieron mis lágrimas.
Herida por el sol anhelaba
El bálsamo del crepúsculo.
La noche arropó mi alma
Con el fervor de una madre.
Tan solo deseaba tras el sueño
Volver a sentir la plenitud
De los cielos rojos
Y el mar cobalto,
La dulce fragancia de la higuera,
La promesa del meltemi
Y la certeza de un próximo verano.
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