Entre campos de amapola
Se desvanece la tarde.
Ella se mueve sin mapas.
Un cuaderno de viaje
En su pequeña maleta
Para anotar sus ensueños.
Galopa a lomos de un ciervo
Del color de los afectos.
Madera, canela y miel.
Duermen los girasoles
A la hora del crepúsculo.
Sigue el paso lento de las nubes.
En ellas está escrito el mundo.
Desentraña su sentido por las noches
Y en las mañanas de lluvia
Recoge las gotas de agua.
Traza un planisferio líquido
En la palma de su mano
Y vuelve adentrase en el bosque.
Un cambio de piel le aguarda.
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