Y con los azahares
brotan las promesas,
el latido, el aliento,
el rayo que no cesa
y su destello.
La memoria
de los sentidos
que todo altera.
La flor del naranjo,
bergamota y almizcle
se concitan en tu olfato,
en los labios, el sabor
ebrio de los besos.
Y mientras susurro
en tu oído la canción
que me reclamas,
tus dedos desenredan
los pétalos blancos
caídos en mi pelo.
Cuando llega Abril...
No hay comentarios:
Publicar un comentario