Ewing Paddock |
Las hay curiosas. Exploran el entorno en busca de señales, espejos en los que contemplarse o sorprenderse ante lo diferente.
Otras sueñan y rastrean recuerdos, la materia con la que construyen fantasías. Olvidan donde están y vuelan a mundos ausentes, para volver con extrañeza al lugar del que partieron.
Las cabizbajas hurgan en los problemas que no pudieron dejar aparcados en casa o en el trabajo. Se pierden en el laberinto sin saber cómo salir y no consiguen hacer de este trayecto una tregua.
Y hay otras, al otro lado del pasillo, que sirven de soporte a las que se han posado en ellas. Entonces se produce el pequeño gran milagro del reconocimiento, cuando dos personas se miran y se ven.
AMPARO DE VEGA REDONDO
AMPARO DE VEGA REDONDO
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